Ir al contenido principal

DCCLXXXV aniversario da consagración da Catedral de Tui

Conmemórase o 30 de novembro o aniversario da consagración da Catedral de Tui no ano 1225 polo bispo Estevo Exea. Este aniversario do monumento máis sobranceiro da nosa cidade, auténtico símbolo dos tudenses, danos ocasión para recuperar un texto de Manuel Murguía sobre a nosa Catedral publicado na súa monumental obra "Galicia", editada en 1888. Trátase da introdución ao estudo pormenorizado do templo, no que Murguia aborda a continuidade histórica da ocupación do recinto histórico tudense.
Ilustración na obra, pero colocada inversamente á realidade

Casi todas las Catedrales gallegas ocupan un antiguo lugar sagrado, la de Tuy más visiblemente que ninguna de ellas.

Asiéntase en la corona del viejo castro que se denominó en otros tiempos Castellum Tude y como si tratase de recordar eternamente su primitivo destino se presenta a nuestros ojos bajo el doble aspecto de basílica y fortaleza. Perdió la iglesia compostelana los cubos y defensas que en otro tiempo la adornaban y libre de ellas, nada indica que haya estado fortificada, y que desde los muros y las torres se haya lanzado algún día el dardo alado y mortífero; balaustradas y obeliscos sustituyeron a las antiguas saetías; pero la de Tui, que conserva las anteriores defensas, recuerda desde lejos el vetusto y poderoso castillo feudal, al cual el tiempo no ha logrado despojar ni de sus almenas ni de su poesía. Cualquiera diría al verla que se dispone a renovar los antiguos hechos y que está allí como una amenaza y para dominar lo mismo el corazón de los fieles que en la comarca que guarda con ojo vigilante. Teniendo en frente la murada Valença –menos seguridad que temor-, la catedral tudense ve como desciende el caserio por las laderas de la colina sagrada y como marcha por entre huertos y sembrados hacia las fructíferas orillas del río bien amado de la patria gallega. Ya no cercan la población las murallas de otros tiempos, ni la cava le pone al abrigo de un golpe de mano: todo en la ciudad está abierto a los hombres y á los vientos del valle.

Sin duda alguna la catedral ocupa hoy el sitio de siempre. La primera vez que la civitas tudense levantó el templo episcopal, lo puso en aquel mismo lugar de muy atrás consagrado por el amor del pueblo á los dioses de otros tiempos, uniendo de este modo dos mundos distintos y dos diversas creencias. Ocupa la plataforma del castro; acrópolis y santuario de la primitiva Tude. Puede decirse confiadamente que el antiguo habitante de esta comarca, lo mismo que el actual, elevó sus plegarias en los mismos lugares, á su vez, al Dios innominado y al que reina en los cielos y tierra pero sobre todo en el corazón del creyente, templo eterno é incontrastable.

Viendo como la tradición y la historia colocan unánimes la vieja Tude, primero en la cumbre, después al pie del Alhoya y á su abrigo, pudiera dudarse de que el templo episcopal se hubiese levantado desde un principio en el sitio que suponemos, pues a no llevar la población á los mismos lugares que hoy ocupa, no se puede afirmar, como lo hacemos, que la catedral tudense, igual que el árbol fecundo y resistente, echó allí sus primeras raices y nadie fue capaz á arrancarla al suelo sagrado en que asentó por primera vez. Las tempestades del mundo dejaron en más de una ocasión desiertos sus altares y derruidos los muros que los resguardaban; sobre sus vientos soplaron los vientos de la destrucción y apagaron las lumbres de sus lámparas. La sangre de sus servidores salpicó el ara y manchó el pavimento, pero no por eso el sacerdote abandonó del todo aquel lugar de muerte. Hacia ellos dirigía sus miradas y sus preferencias; diría que no queria que se rompiese la cadena de la tradición que unía la altura santificada por tantas generaciones, á cuanto había de sagrado para el habitante de aquella hermosísima comarca. Al contrario, deshecho y todo permaneció sobre la colina, como la iglesia de Pedro sobre la roca simbólica: en los mismos días de su orfandad, cubría con sus alas maternales la antigua y la nueva ciudad, a la manera que, sobre la corona del castro sobre el que se asienta, se encendieron los fuegos de la antigua y la nueva religión.

Para quen quera acceder á obra, en formato dixital, pode consultala en: http://bvpb.mcu.es/es/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=11001171

Comentarios

Entradas populares de este blog

Emma Álvarez Besada a primeira tudense doutora en medicina

O legado dunha comunidade está conformado por un conxunto de bens materiais, que adoitamos denominar patrimonio, xunto cun amplo abano de elementos inmateriais que definen o seu carácter e a súa pervivencia no tempo. Entre estes bens intanxibles ou inmateriais ocupan un lugar non menor aquelas personalidades que ao longo do tempo teñen deixado unha pegada perdurable na memoria colectiva ou aquelas outras que, ás veces esquecidas ou non recoñecidas, expresan na súa traxectoria fitos senlleiros para a vida colectiva. Hoxe queremos recuperar dende Tudensia unha desas figuras olvidadas pero que no seu momento histórico tiveron unha pegada significativa na vida social e colectiva da nosa cidade e de alén dos seus termos xeográficos. As novas demandas sociais se expresan tamén na historiografía que investiga aos grupos sociais discriminados ou marxinados nos diferentes momentos do pasado. Retrato de Emma Álvarez Besada, foto da orla da Facultade de Medicina de Madrid, 1931 Unha revis...

A fábrica de galletas "La Peninsular"

Temos sinalado neste blog en diversas oportunidades o descoñecemento que posuimos da historia contemporánea de Tui fronte a outros períodos históricos moito mais investigados que a nosa historia mais recente. Aspectos como a vida política tudense na primeira metade do século XX seguen esperando un achegamento como tamén os procesos e dinámicas socias desenvolvidos no noso territorio. Hoxe ofrecemos en Tudensia un post sobre a fábrica de galletas “La Penínsular” que abrangue case medio século da vida económica tudense. Achegamos a información ofrecida polo profesor de historia económica da Universidade de Santiago de Compostela, Angel Ignacio Fernández González, no seu blog “Galicia Agraria” nun documentado post sobre a industria de galletas en Galicia nos principios do século XX. Aportamos a rica e moi completa información que achega profesor Fernández algunha pequena referencia da nosa autoria colocadas como notas. http://galiciaagraria.blogspot.com.es/2012/03/gall...

Bo Nadal cun texto de Manuel Lago González: “Noite Boa” (1892)

Felicitamos hoxe aos seguidores de Tudensia estas festas do Nadal recuperando un breve texto, non o chamaría nin relato, sobre como se celebraba a Noiteboa nas aldeas de Tui nas últimas décadas do século XIX, nun momento en que os labregos galegos vivían nunha economía de subsistencia e nunhas moi duras condicións de vida. Anxo no capitel do arco triunfal da igrexa de San Domingos de Tui, sec. XV Trátase dun texto de Manuel Lago González publicado o 24 de decembro de 1892 no xornal tudense “La Integridad”. Daquela Manuel Lago era un presbítero que formaba parte do claustro de profesores do Seminario tudense e que tiña unha activa participación como xornalista e na vida social en Tui. Ao xornalismo entregouse Lago con verdadeira ardentía e a tarefa que se impuxo foi querer incorporar a defensa das tradicións e os intereses de Galicia ao ideario católico de signo integrista (oposto radicalmente ao liberalismo). Este texto, que non foi publicado posteriormente a súa edición en “La Int...