Ir al contenido principal

Bo Nadal cun texto de Manuel Lago González: “Noite Boa” (1892)

Felicitamos hoxe aos seguidores de Tudensia estas festas do Nadal recuperando un breve texto, non o chamaría nin relato, sobre como se celebraba a Noiteboa nas aldeas de Tui nas últimas décadas do século XIX, nun momento en que os labregos galegos vivían nunha economía de subsistencia e nunhas moi duras condicións de vida.

Anxo no capitel do arco triunfal da igrexa de San Domingos de Tui, sec. XV

Trátase dun texto de Manuel Lago González publicado o 24 de decembro de 1892 no xornal tudense “La Integridad”. Daquela Manuel Lago era un presbítero que formaba parte do claustro de profesores do Seminario tudense e que tiña unha activa participación como xornalista e na vida social en Tui. Ao xornalismo entregouse Lago con verdadeira ardentía e a tarefa que se impuxo foi querer incorporar a defensa das tradicións e os intereses de Galicia ao ideario católico de signo integrista (oposto radicalmente ao liberalismo).

Este texto, que non foi publicado posteriormente a súa edición en “La Integridad”, recolle expresamente este dous eixes da súa tarefa: as tradicións populares galegas e a súa defensa como expresión da alma do país onde a fe cristiá ocupaba un lugar central. Lago expresa nestas liñas, recollendo expresións populares en galego, estas conviccións pero a nós nos sirve para achegarnos ao coñecemento de como era esta festividade da Noite Boa nas casas labregas das terras tudenses hai más de cento vinte anos.

Debuxo de Manuel Lago por Eduardo Padínno libro das festas de San Telmo 1967,
xentileza de Álvaro Caramés.

Con este texto de Manuel Lago González, de quen celebraremos no ano 2025 o centenario da súa norte como arcebispo de Santiago de Compostela, van aos nosos dexesos dun FELIZ NADAL para todos!

 

NOITE BOA

 

Nochebuena en Galicia, cuyo recuerdo brilla como el fuego del hogar, sabe á mazapán y á vino enmelado y huele á romero y flor de espliego; yo te colmo de alabanzas porque muchas veces has llenado de alegría mi pobre corazón y porque eres la bendita fiesta de las familias cristianas.

Cae la tarde y viene á prisa la noche entre el zumbar de la cellisca o el arremolinarse de los copos de nieve; los aldeanos bajan a los establos, echan el haz de hierba húmeda a los mansos bueyes y dicen tal vez, mientras la esparcen por el pesebre:

Toma, gallardo, qu’hoxe é Noite Boa, e tamén pra vos hai fartura. Non ch’habia tanta n-a cova de Belem.

Luego sueltan el novillo, para que mame, y le dicen acaso, en tanto que dan de comer a la vaca:

Anda vacoriño; podes encher as goldras.

Echan el cerrojo, suben á la baranda, y pasan a la cocina en cuya lareira arde en medio de una gran hoguera o cañoto das Navidades ya restallando y arrojando un penacho de chispas á las ennegrecidas tejas, ya dejándose lamer suavemente por las rojas y movibles lenguas de la llamarada.

Aquel cañoto lo han arrancado en la menguante a agosto, cuando el sol abrasaba las dehesas, y desde entonces lo han conservado enjuto y seco, para celebrar con él la fiesta de la Noche Buena, quemándolo y gozando de su amorosa lumbre. Paréceme que esa hoguera debe simbolizar el amor de la familia, reavivado en la memorable noche del nacimiento de Jesucristo, bajo el techo de aquella desabrigada cueva de la puerta de Belén.

Una rueda de bancos, ocupados por todas las personas de la casa, hay en torno de la hoguera, y una cadena de ollas y pucheros rodea y aprisiona el cepo de Navidad. Los ancianos tienen en sus rodillas á los pequeñuelos y les cuentan cuentos alegres; el dueño de la casa habla con los hijos mayores de la siembra del centeno y de la promesa de trigo hecha a San Antonio; las mujeres hilan, ó se levantan recogiendo el huso al mismo tiempo, para ver como van los guisos, que ya hierven en la rústica batería de cocina.

                              -----------------------------------------------

 

¡Que leyendas tan sencillas y hermosas cuentan hoy las abuelas de tez arrugada y cabellos blancos a los nietezuelos de rostros risueños como los de los ángeles que cantaron Gloria in excelsis Deo!

-Escuita, decía una á quien Dios tenga en su gloria, componiendo con sus dedos sarmentosos los dorados rizos de un niño.- Escuita un conto moi lindo.

O Neno Dios estaba n-o presebe, y-estábache mal atafegadiño  n-unhas pallas, que súa nai era probe e non tiña con que o tapar. Coitadiño! Tremaba c’o frio e batía dente con dente. Entón ía o boi e botáballe o bafo para quental-o, y-o neno qu’era lindo coma un sol, ríase para el e dáballe co’a mauciña n-os beizos. Mais a mula (malia ela!) metía o morro n-o presebe e comialle a palla o pequeniño. Entón bendiciu ó boi o Neno Dios, pra que nos axudase n-a lavoura y-á mula díxolle:

          ¡Maldita sea la mula

          que en el suelo nos brancella;

          nunca ella hijos paira

          nin cosa de ella recienda!

E dende entón non teñen fillos as mulas.

 

                              --------------------------------------------------

 

Un niño mayorcito, alrededor del cual están sentados ó de rodillas cuatro pequeñuelos, les habla de esta manera:

-Houbo un rei moi malo, moi malo, que quería matar ó Neno Dios, e mandou homes po-los caminos para que fosen á collel-o. Dios mandoulle un anxel a San Xosé para que fuxise y-o Santo sacou o burriño da corte y aparalleou-n-o, díxolle a Nosa Señora qu’amontase, púxolle o Neno n-o colo e picou para moi lonxe, moi lonxe. Ian andando, ian andando, y os homes que mandara o rei á pos do Neno, camiñaban po-la mesma vereda. Entón as anduriñas baixaban dos tellados e desfacían as pegadas do Santo amais as do burro. Mais os chascos qu’eran tan malos como agora, afoutaban ós inimigos do Neno pra qu’andivesen de presa, e dicianlles:

                Chas, chas;

                que ven vás.

Pero os pisquiños de papo amarelo repuchabánlles:

                Pis, pis;

                que mentís (1)

Vos sodes unha niñada de piscos.

 

                              ------------------------------------------------

 

Y mientras los niños ríen con los cuentos, y los hombres hablan de sus asuntos, y las mujeres hilan o mueven los pucheros para que los guisos no se esturren, se acerca la hora de la cena.

En la misma cocina se reza el rosario con la mayor devoción, descubiertos y de rodillas los hombres, los niños y las viejas, de pie la dueña de la casa, que cuida de las ollas y no se quita de la cintura el palo de la rueca. El rosario acaba, como suele entre los piadosos aldeanos gallegos, con muchos Padrenuestros por los difuntos y con otros a todos los santos cuyas imágenes se veneran en la iglesia de la parroquia, á San Antonio de Padua guardador de las cosechas, á san Julián, abogado contra las temporales, á San Telmo patrono de los navegantes “para que Dios los traiga a puerto salvo”… Cuando se reza por los difuntos y por los navegantes algunas lágrimas delatan á la madre o á la abuela, que se acuerdan del anciano muerto ó del mozo emigrado a América.

Pero llega el momento solemne. Quítase el barro de la puerta del horno, se remueve la losa que la cierra y del fondo de aquella covacha negra sale una torta dorada, que se amasó con mastura ben muda y con flor de anises. Aquella torta, mitad borona mitad pan de centeno, es a bola de Noite Boa.

Llévase de la cocina al sobrado, en donde está la mesa preparada y cubierta con paño de lino tejido á olladela y blanco y limpio como la palma de la mano; y comienza la cena de Navidad con un plato de sardinas do fumo, asadas en el espeto al calor del rescoldo, y luego puestas sobre un pedazo de borona y cogidas con los dedos por cana uno de los comensales. El bacalao con repollo, la ensalada de coliflor o de bróculi, las castañas conservadas en la ouriceira y cocidas con unas ramitas de néboda, si las heladas no han secado la planta, y algun mazapán, boleardo o rosquillas de almendra, comprados en el último mercado de la villa, juntamente con buenos tragos de vino tinto del país y con alguna copa de tostado hecho especialmente para aquel caso, componen la cena de esta noche en la mayor parte de las aldeas gallegas. El vino tinto, que es el mejor que se ha podido hallar, está endulzado con miel y se ha templado al calor de la hoguera de la Navidad. En él se hacen sopas con boleardo, mazapán y bola da Noite Boa.

Risas y cuentos alegres sazonan aquel banquete al cabo del cual duermen los niños apoyando los brazos en la mesa y la cabeza en los brazos. Cuando se ha sorbido el último trago de vino dulce, se levantan los que está despiertos y rezan Padrenuestros por los difuntos de la familia. Después tal vez exclama la madre:

-Queira Dios que d’hoxe en vinte anos nos vexamos xuntos!

-Amén!, contestan los demás, en tanto que la abuela viejecilla sale de allí diciendo:

-No! Eu non boto aca outra Noite Boa;que xa a terra tira moito por min.

Entonces van a dar las doce de la noche, y los niños y los viejos se acuestan pensando en el nacimiento del Hijo de Dios. Los demás, ó hacen lo mismo, ó si viven cerca de la villa van á la Misa do galo, y vuelven de madrugada. A los niños los despierta la abuelita al rayar el alba, para que oigan la primera misa de la parroquia.

 

                              ------------------------------------------------------

 

Noche buena de Galicia, que rebosas de piedad y llegas a las casas riendo y contando historias alegres, dando calor a los viejos con el cañoto das Navidades, y alegrando a jóvenes y niños con la bóla da Noite Boa, ¡ojalá vengas siempre a endulzar con tu jubilosa cena las amarguras de los aldeanos gallegos!

 

M. Lago

La Integridad, ano V, número 911 de 24 de decembro de 1892

 

(1) Este cuento y el anterior son tradiciones populares de Galicia. El último tiene las siguientes variantes en las palabras que decían los chascos

                Chas, chas;

                Por aquí ben vás.

          Y esta otra en las que cantaban los piscos:

                  Pin, pin;

                 Por aquí n’os vin.

 

 

Rancho de Reis de Guláns-Ponteareas, circa 1920

EPILOGO

Chegados a estas datas do Nadal dende Tudensia imos recollendo anualmente diversos posts no que tentamos recuperar tradicións propia destas terras tudenses neste tempo de conmemoración das festividades ligadas aos episodios do ciclo do Nacemento e infancia de Xesucristo. Tradicións tanto de tipo festivo (os cantos de Nadal e aguinaldos, os ranchos de reis e, de tempos máis recentes, as rondallas ou a cabalgata de Reis, sen esquecer as inocentadas...) como culinarios (dende o bacallau con coliflor aos peros ao viño e, os que mais sona acadaron, os doces boleardos) que contiñan e conteñen as nosas raizames, aquelas construcións sociais -eso son as tradicións- que nos singularizan e identifican.

Lamentablemente hoxe asistimos a un proceso de esmorecemento dalgún destes elementos que resisten, como é o caso das rondallas e os cantos de Reis, namentres que outros son substituídos por novas tradicións alleas (xa non apuntamos unicamente a Papa Noel senón ao ronsel de renos, elfos, agora o grinch e mesmo o invento do Apalpador) que unicamente procuran unha uniformización cultural que facilite e propicie a excesiva comercialización que impera nestas semanas.

As veces hai a impresión que fronte aos intentos meritorios que se realizan ao longo do ano na preservación e promoción da nosa cultura popular e das nosas tradicións ao chegar a estas festas centrais do ano sucumbimos á colonización á que somos sometidos que non permite unha diversidade, un equilibrio que conserve as tradicións coas novas expresións destas festas senón que as esnaquiza con mais forza cada ano.

 

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Un poema en galego de D. Basilio do ano 1957

A figura de D. Basilio, cóengo maxistral na catedral tudense e profesor durante varias décadas no Instituto San Paio, continua a ser lembrada por moitos tudenses pola súa erudición, especialmente no que atinxía á historia da nosa cidade como pola súa singular personalidade. Neste blog conmemoramos hai algúns anos o centenario do seu nacemento, o 14 de abril de 1911, ( https://tudensia.blogspot.com/2011/04/hoxe-centenario-do-nacemento-de-don.html ) reproducindo un breve artigo publicado no libro das festas de San Telmo dese mesmo ano  2011. Sinalabamos daquela que era unha persoa sumamente austera, todos o lembramos coa “teja” cubrindo a súa cabeza, a súa faciana morena, sempre vestindo unha raída sotana, fumando os “bisonte” sen boquilla que ofrecía a cantos a él se achegaban, a súa conversa sempre mesturada con referencias teolóxicas. Case todas as tardes, primeiro pedaleando na súa bicicleta, e anos máis tarde sobre a súa vella mobilette (algún día tivo de ser nova pero a miñ...

A fábrica de galletas "La Peninsular"

Temos sinalado neste blog en diversas oportunidades o descoñecemento que posuimos da historia contemporánea de Tui fronte a outros períodos históricos moito mais investigados que a nosa historia mais recente. Aspectos como a vida política tudense na primeira metade do século XX seguen esperando un achegamento como tamén os procesos e dinámicas socias desenvolvidos no noso territorio. Hoxe ofrecemos en Tudensia un post sobre a fábrica de galletas “La Penínsular” que abrangue case medio século da vida económica tudense. Achegamos a información ofrecida polo profesor de historia económica da Universidade de Santiago de Compostela, Angel Ignacio Fernández González, no seu blog “Galicia Agraria” nun documentado post sobre a industria de galletas en Galicia nos principios do século XX. Aportamos a rica e moi completa información que achega profesor Fernández algunha pequena referencia da nosa autoria colocadas como notas. http://galiciaagraria.blogspot.com.es/2012/03/gall...

Emma Álvarez Besada a primeira tudense doutora en medicina

O legado dunha comunidade está conformado por un conxunto de bens materiais, que adoitamos denominar patrimonio, xunto cun amplo abano de elementos inmateriais que definen o seu carácter e a súa pervivencia no tempo. Entre estes bens intanxibles ou inmateriais ocupan un lugar non menor aquelas personalidades que ao longo do tempo teñen deixado unha pegada perdurable na memoria colectiva ou aquelas outras que, ás veces esquecidas ou non recoñecidas, expresan na súa traxectoria fitos senlleiros para a vida colectiva. Hoxe queremos recuperar dende Tudensia unha desas figuras olvidadas pero que no seu momento histórico tiveron unha pegada significativa na vida social e colectiva da nosa cidade e de alén dos seus termos xeográficos. As novas demandas sociais se expresan tamén na historiografía que investiga aos grupos sociais discriminados ou marxinados nos diferentes momentos do pasado. Retrato de Emma Álvarez Besada, foto da orla da Facultade de Medicina de Madrid, 1931 Unha revis...